No,
no deseo
ni
la eterna negrura
de los ciegos;
ni
la exasperante
blancura
de locos y sabios.
No,
solo deseo
la inmensa y azul
tranquilidad,
de tus OJOS.
martes, 18 de septiembre de 2007
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poemas e inquietudes de javier picazo, poeta en el exilio permanente.
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